La Toscana Mexicana.

Ese fue mi primer pensamiento cuando conocí el Valle de Guadalupe. 

Llegué en avión por la ruta Monterrey-Tijuana de Vivaaerobus. Inmensas extensiones de viñedos hasta donde la vista llega, me esperaban. Carreteras donde pueden verse pequeños viñedos familiares, donde hacen y a veces venden, vinos artesanales. Visitar la Ruta del Vino es una experiencia única que toda persona que guste de viajar, debe visitar alguna vez en su vida. Incluso si no eres una persona particularmente apasionada del vino, te puedo asegurar que visitar un viñedo, conocer el proceso que lleva el arte de crear vino (si, crear, no “fabricar”, porque el proceso que implica tiene, en su química y su ciencia, mucho de magia), será una experiencia inolvidable. 

La cocina de la Baja California es harina de otro costal. Un lugar que te brinda tanto desierto como playa, variedad de suelos, un clima envidiable y un ambiente muy del mediterráneo, no puede sino traer a la vida platillos de dioses. Y no solamente son lo que se podría pensar que es  alta cocina (porque la realidad es que todo lo es), pueden ser desde el maravilloso Taco Perrón en La Cevichería Oyster Bar ubicado en la Plaza Villa Mexicana (en una de las calles principales de Ensenada), a platillos más elaborados en cualquiera de la interminable cantidad de restaurantes dentro del Valle. 

Uno de los lugares que más me sorprendieron, fue sin duda uno de los más sencillos. No puedes dejar de ir a llenarte de energía para tu recorrido con un desayuno de La Cocina de Doña Esthela, donde un omelette de machaca, unas gorditas de barbacoa de borrego tatemado y unos espectaculares hot cakes de elote, fueron los manjares elegidos para comenzar el día. Hay que hacerse a la idea de que a la hora que vayas, encontrarás fila para entrar, pues es lugar obligado. Pero su sazón vale cada minuto de espera.

A continuación te enlistamos algunos de los lugares que no deben faltar en tu recorrido, desde luego, hay muchos más que iremos visitando en próximas fechas, ya que cada día la oferta crece más.

• Viñedo El Cielo, con su restaurante Latitud 32. Tomarte algunas fotografías entre sus impecables parras en el transporte del recorrido será una de las mejores experiencias del viaje.  
• Cantera. Restaurante que forma parte del complejo Maglén. Si, además de los vinos, te gusta la cerveza artesanal, no dejes de probar la de frutos rojos de la cervecera Ruta 90-8.
• Cuatro Cuatros. Una experiencia desde la entrada, donde encontrarás paisajes mediterráneos con sus viñedos a la vista desde el primer momento. Además, verás una serie de “barcos abandonados”, pero no te dejes engañar… son las habitaciones de su exclusivo hotel.
• Casa Frida. Sin duda una experiencia diferente, sus colores te llenarán la mirada y la amplia variedad de restaurantes te tendrá con la duda sobre qué elegir. 
• La Justina. Un restaurante en terraza, con vista al viñedo, al que puedes acceder con solo bajar unos cuantos escalones. Un escenario incomparable para tus fotos. No dejes de probar el café Don Porfirio. 
• Decantos Vinícola. Buena comida, gran vino, espectaculares jardines. Un infaltable en la lista.
• Y si quieres algo más informal, no dejes de ir a Ochentos Pizza. Una experiencia de sabores con su cocina  casual hecha al momento, gran cerveza artesanal directa de su cervecería local El Chivo Gruñón. Su concepto de restaurante sustentable en medio de las colinas de San Antonio de las Minas, va a dejarte siempre con ganas de regresar.

Y por último pero no menos importante, en el meritito Ensenada, no dejes de visitar la cantina más antigua de México: Hussong’s, donde uno de los principales atractivos, es escuchar al grupo norteño tocar rolas de Metallica, Creedence Clearwater Revival o las clásicas de los Cadetes, Ramón Ayala y demás mientras pisas las cáscaras de cacahuate que ya es tradición tirar al suelo. 

También las tiendas, restaurantes y cafés de la Calle Primera son una experiencia que tienes que vivir. Ah, y si tú como yo eres más de clima caluroso, es indispensable llevar como mínimo una chamarra ligera y zapatos cerrados, porque el frío de 13° en pleno mayo, puede sorprenderte durante la noche. 

La Baja California, Ensenada y su Valle de Guadalupe con su Ruta del Vino, son sin duda, uno de los mejores lugares para visitar en nuestro hermoso México. 

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